Érase una vez, al pie del cerro Tucumano, una artista que, inspirada la naturaleza y lo desconocido, emprendió una travesía para convertirse en ilustradora y autora.
Mi trabajo se alimenta de lo maravilloso, lo terrorífico, y lo excéntrico. Tanto en mis ilustraciones como en mis escritos, busco dar vida a relatos arquetípicos, simbólicos, y alegóricos, inspirados en mitos, relatos populares, y la naturaleza. Me fascina el pluralismo, la universalidad, y explorar las relaciones: con uno mismo, con otros, y con el mundo y la vida.
Creo que tanto los niños como los niños interiores de los adultos merecen historias que los respeten, entretengan, e inspiren, protagonizadas por personajes imperfectos y peculiares que exploran valores universales y atemporales.